Mental Health Talent Pipeline Spotlight: Meet Aarón Solorio

3,5 minutos de lectura. Estamos orgullosos de presentarles a Aaron Solorio, nuestro nuevo beneficiario de la beca Mental Health Talent Pipeline.

Aarón Solorio ingresó al programa de posgrado en psicología de consejería en USF Santa Rosa en agosto, con el apoyo del programa de becas Mental Health Talent Pipeline de Healthcare Foundation. Aarón es uno de los tres nuevos beneficiarios de la beca que comenzaron sus estudios de posgrado este otoño como aspirantes a profesionales de la salud mental bilingües y biculturales comprometidos con servir a la comunidad del norte del condado de Sonoma.

“Estoy deseando ser un recurso para mi comunidad”, afirma Aarón. “Al fin y al cabo, de eso se trata”.

Aarón nació y creció en el condado de Sonoma. Asistió a la escuela secundaria y preparatoria en el área de Rohnert Park/Cotati. Sus padres habían emigrado a los EE. UU. desde Michoacán, después de lo cual su padre encontró trabajo como trabajador agrícola en una bodega en Geyserville.

“Ese era el trabajo al que accedían muchos familiares o amigos cercanos”, recuerda Aarón. “La gente que venía a Estados Unidos trabajaba como jornaleros agrícolas hasta que la situación mejoraba un poco”.

Aarón es el primero de su familia en asistir a la universidad y, ahora, a la escuela de posgrado. Se describe a sí mismo como un estudiante no tradicional que se tomó un tiempo para reconocer el valor y la oportunidad de la educación superior.

“Mi experiencia en la escuela secundaria no fue la mejor”, admite. “Me tomó algunos años después de graduarme para enfrentar la vida, luchar un poco, llegar a comprender que las cosas que estaba haciendo en esos años sabáticos no estaban funcionando. Decidí darle otra oportunidad a la educación, para ver si podía ser una mejor experiencia esta vez”.

Aarón comenzó sus estudios en el colegio universitario en 2015 y se trasladó a la Universidad de California en Berkeley en 2018, donde se graduaría con un título en sociología y se especializaría en el acceso a la educación superior. Afirma que volver a la escuela le permitió conocer el tema de la salud mental y despertó su interés en la salud mental como profesión.

“Mi deseo de seguir una carrera en el ámbito de la salud mental surgió de mi propia experiencia con los problemas de salud mental y de la falta de conocimientos que tenía al respecto”, explica.

“No supe nada sobre salud mental hasta mi primer año en la universidad comunitaria. Nunca supe nada sobre la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y todas esas cosas que existen y que simplemente normalizamos. Me di cuenta de que tengo que empezar a informar a mis seres queridos sobre la salud mental porque es algo real que hemos experimentado y en lo que realmente tenemos que trabajar”.

Al regresar al norte del condado de Sonoma desde Berkeley como un firme creyente en la educación superior, Aarón se ofreció como voluntario para ser mentor de los jóvenes locales y finalmente se convirtió en asesor académico en la Universidad Estatal de Sonoma, donde trabaja hoy.

“Hago mi trabajo como una forma de devolver lo que he recibido”, dice Aarón. “Hay muchas personas en mi vida que me han ayudado a llegar hasta donde estoy hoy, personas que se tomaron el tiempo de hablar conmigo, de guiarme, de ayudarme a encontrar mi potencial sin explotar. Por eso, comparto mis conocimientos y mi experiencia vivida con los estudiantes para asegurarme de que reciban apoyo y de que no tengan que pasar por las dificultades que yo ya he atravesado, y si están pasando por esas dificultades, asegurarme de compartir mis conocimientos para que no tengan que luchar tanto como yo”.

Fue en su rol que Aarón retomó el tema de la salud mental, esta vez como camino profesional.

“Cuando trabajaba como asesor académico, empecé a sentir que me faltaba conocimiento sobre la mejor manera de apoyar a los estudiantes”, comenta. “Las conversaciones con los estudiantes están muy centradas en lo académico, pero vi que a menudo era necesario un poco más, ofrecer un enfoque realmente holístico y controlar también la salud mental. La educación superior puede ser muy exigente y generar mucha presión. Me recordó cuando estaba en la universidad comunitaria y me di cuenta de la importancia de la salud mental. Eso me hizo volver al tema y me hizo querer convertirme en terapeuta”.

Aarón conocía el programa de la USF en psicología de orientación y se sintió alentado por la bienvenida que recibía a estudiantes con otros antecedentes además de la psicología. Casualmente, lo alentó aún más el hecho de que la coordinadora del programa, la Dra. Daniela Domínguez, era alguien a quien ya conocía y respetaba mucho.

“Conocí a la Dra. Domínguez cuando fui mentor de ¡DALE!, un programa de On the Margins”, explica. “Fue una experiencia increíble estar en esa comunidad, donde se ve a los futuros líderes del condado de Sonoma, los futuros líderes del estado, aprendiendo más sobre sí mismos y adquiriendo las habilidades necesarias para estar ahí afuera ayudando a cambiar el mundo. Es muy inspirador”.

“Cuando vi que la Dra. Domínguez era la coordinadora del programa de la USF, supe que sería interesante y que me resultaría muy útil”, afirma Aarón. “Tenía claro que se centraría en la justicia social y que habría un cuerpo docente diverso del que aprender”.

Aarón dice que el programa está cumpliendo con sus expectativas y que ha valorado especialmente la pedagogía de sus profesores, que recurren a su propia experiencia clínica para explicar y preparar a los estudiantes para el trabajo que realizarán. Añade que su propia experiencia le ha dado un fuerte sentido de la necesidad de profesionales bilingües y biculturales.

“Sin duda, existe una necesidad. La crisis de salud mental es real. La vemos en nuestros jóvenes. La vemos en nuestras familias. Espero poder ser un recurso para la comunidad. Eso incluye usar mis habilidades bilingües para poder llegar a más miembros de la comunidad y servir a nuestra comunidad de manera más integral”.

Aarón enfatiza que si bien su trayectoria profesional está impulsada por el deseo de apoyar a su comunidad, no hubiera sido posible sin el apoyo y la inspiración que recibe de la comunidad y la familia en todo momento.

“Definitivamente estoy orgulloso de mis raíces. Es otra razón por la que sigo haciendo lo que hago. Todo ese esfuerzo siempre está impulsado por mi familia, mis padres, pero también por todas las personas que no tienen las mismas oportunidades que yo y el mismo privilegio que yo tengo. Nunca doy por sentado esas oportunidades”.


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